El Parlamento Europeo avala el nuevo Reglamento del Mercado de Criptoactivos (conocido como MiCA) que incluiría el escrutinio de todas las transacciones, independientemente de la cantidad (hasta ahora no había vigilancia en transacciones por debajo de 1.000 euros), y la verificación obligatoria de los datos personales del remitente y el receptor, incluso cuando las transacciones se realizan a través de “carteras no custodiadas“.
Desde la Unión, justifican esta nueva propuesta con el fin de prevenir el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, extendiendo su aplicación al ecosistema de criptomonedas.
En el día de ayer se votó a favor del Reglamento de Transferencia de Fondos (TFR) que vigila las transacciones de criptomonedas, lo que supone una amenaza para la industria blockchain de los países de la región.
La decisión que se tomó puso el debate sobre la mesa, ya que generó enojo y malestar de varias partes de la sociedad. Una de las razones por las que se manifiestan en contra es la menor privacidad que tendrán las personas en la eurozona.
De momento, el reglamento se ha votado en la Comisión y ahora tiene que ir al Pleno, donde se pueden presentar enmiendas. Una vez que se vote en el Pleno, el reglamento se negocia en lo que se denomina Trílogo, que son las reuniones entre Parlamento, Comisión, Consejo y estados miembros para llegar a acuerdos en los procedimientos legislativos. A partir de ahí, sale una propuesta que vuelve al Parlamento para su votación. Fuentes consultadas por Observatorio Blockchain calculan un mínimo de dos o tres meses para el resultado definitivo.