(AFP) – El Congreso estadounidense inició este jueves una audiencia con el CEO de TikTok, Shou Zi Chew ante temores en Washington de que la compañía tenga vínculos con el gobierno chino y afecte la seguridad nacional.
“TikTok ha elegido repetidamente el camino de más control, más vigilancia y más manipulación. Su plataforma debería estar prohibida”, dijo Cathy McMorris Rodgers, presidenta del Comité de Comercio y Energía de la Cámara de Representantes, al comenzar la audiencia.
Shou Zi Chew, un singapurense de 40 años, se presentó a las 14H00 GMT ante el comité para someterse a un interrogatorio de horas por parte de republicanos y demócratas, que temen que Pekín subvierta la aplicación para espiar o hacer propaganda.
Propiedad de la empresa china ByteDance, TikTok está bajo una enorme presión en los países occidentales: Los funcionarios de los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, así como de la Comisión Europea, se vieron obligados a eliminar la aplicación de sus dispositivos.
La emisora británica BBC aconsejó el martes a su personal eliminar TikTok de sus teléfonos.
La amenaza más grave proviene de Estados Unidos, cuyo gobierno dio un ultimátum para que TikTok deje de ser propiedad china o enfrente un veto total en el país.
Una prohibición sería un acto sin precedentes contra una empresa de medios por parte de Washington, pues privaría a 150 millones de usuarios mensuales en el país de una aplicación que se ha convertido en una potencia cultural, especialmente para los jóvenes, y en la principal fuente de entretenimiento después de Netflix.
“Permítanme decir esto en forma inequívoca: ByteDance no es un agente de China ni de ningún otro país”, dirá Chew ante el comité de la Cámara baja, según comentarios preparados publicados previo a la audiencia.
“TikTok nunca ha compartido ni recibido una solicitud para compartir datos de usuarios de Estados Unidos con el gobierno chino. TikTok tampoco cumpliría con tal solicitud si alguna vez se produjera”, agregará.
No obstante, las cartas en Washington parecían estar echadas en contra de Chew, con legislación -e incluso un proyecto de ley con respaldo de la Casa Blanca- que allana el camino para la prohibición de la aplicación.