El jueves, el expresidente de Estados Unidos Donald Trump puso a la venta una serie de 45.000 NFTs de 99 dólares tras las esperadas insinuaciones de que se produciría un “anuncio importante”.
A pesar de las burlas de Internet y las críticas por tan lamentable proyecto, Trump volvió a salirse con la suya, pues sus tokens no fungibles fueron un rotundo éxito. Las tarjetas se agotaron tal como el político anticipó y generaron millones de dólares en cuestión de algunas horas.
Donald Trump confirmó que toda la colección de NFT se vendió en unas horas recaudando 4,45 millones de dólares.
Las “cartas coleccionables” de NFT muestran imágenes digitales de Trump con una variedad de atuendos cursis, incluidos trajes de vaquero y de astronauta, que Trump describió como “escenas de mi vida” en un vídeo promocional.
Según la página web, los beneficios del lanzamiento -ya “agotados”- “no tendrán nada que ver” con la financiación de la campaña de Trump. No son más que humildes objetos de coleccionista, nos dice, un “gran regalo de Navidad” que hará entrar a los compradores en un sorteo de varios premios, entre ellos una cena con Trump, una llamada Zoom con Trump, recuerdos autografiados y “mucho más”.
NFT INT, compañía a cargo de la colección de tarjetas dejó claro que Trump no es el dueño de la empresa ni de ninguna organización asociada a ella. Señaló que Trump tampoco estuvo involucrado en la creación de los NFT, pues simplemente autorizó el uso de su imagen y nombre.
Donald Trump Cromos digitales
Términos y condiciones fraudulentas
El criptoanalista Eric Wall, que compró una tarjeta, finalmente pareció darse cuenta tras un periodo de perplejidad, tuiteando que para acceder al monedero necesitaba descargar un archivo .txt que contenía la clave correcta desde el interior de una especie de extensión del navegador del kit de desarrollo de software Web3.
Pero la cosa no acabó ahí. También hay una serie de “términos y condiciones” y aclaraciones fraudulentas.
Wall señaló que, tras acceder por fin a su tarjeta NFT (una especie de representación en 8 bits de Trump recibiendo una lluvia de lingotes de oro), leyó en la letra pequeña que la oportunidad prometida de “cenar con Trump” era en realidad una “cena de gala” de Trump (es decir, una recaudación de fondos), y que la “llamada Zoom con Trump” era en realidad una “llamada Zoom en grupo”. La palabra “ha ganado” en la frase “ha ganado una llamada Zoom en grupo de 20 minutos” remitía a una nota a pie de página en la que se detallaban otros matices: “Sujeto a validación y verificación de elegibilidad; las capturas de pantalla no son prueba de haber ganado”.