
El COVID-19 obliga a las empresas a replantearse sus prioridades de tecnológicas Las disrupciones en la cadena de suministro mundial, el giro de los consumidores hacia los servicios digitales y otras nuevas condiciones del mercado provocadas por la pandemia del Covid-19, están obligando a muchas empresas a replantearse sus prioridades ya centrarse en la innovación, de acuerdo con la principal firma de investigación de la industria de tecnologías de la información, IDC.
Además, la contratación y retención de líderes de TI cualificados, también se considera más compleja que antes de la pandemia. Esta serie de nuevas circunstancias, ha llevado a las empresas a replantearse resultados son las principales prioridades de los equipos de TI para encontrar un equilibrio entre la recuperación de las consecuencias de la pandemia y la planificación de una “respuesta estratégica”.
Solo el 18% de los encuestados eligieron aumentar las utilidades como prioridad, mientras que el 47% dijo que hacer mejoras en la eficiencia operativa era una prioridad máxima. Otras prioridades para las organizaciones hoy en día son la innovación, la búsqueda de nuevas formas de ingresos y el enfoque en mejorar la experiencia del cliente. Gastos de TI Este replanteamiento ha llevado a un cambio en las prioridades de gasto en TI para los próximos 12 meses, según Pucciarelli. Casi la mitad de los encuestados sitúan la ciberseguridad como su prioridad de gasto número uno, lo cual es comprensible dado el número de empleados que trabajan de forma remota. Un 37% dijo que su estrategia de datos y análisis es clave para ayudarles a entender a sus clientes y el 28% está dando prioridad a sus iniciativas de experiencia del cliente, debido a la importancia que tiene la retención de los clientes hoy en día. Las empresas han tenido que adaptarse rápidamente a la nueva normalidad de una plantilla híbrida a distancia y eso ha significado invertir en tecnologías que realizar a todos desempeñar sus funciones por igual sin importar dónde se encuentran físicamente. Más del 80% de las organizaciones comentaron que estaban invirtiendo en soluciones de colaboración, en aplicaciones de videoconferencia y en sistemas para acceder a las aplicaciones empresariales de forma remota.
América Latina En América Latina, el mandato de innovar y adoptar más servicios digitales también es alto y claro. De acuerdo con la Encuesta sobre el “Futuro de la Empresa de IDC” realizada entre varias empresas latinoamericanas en noviembre de 2020, un 33% de las empresas afirmó que sus clientes exigen ahora experiencias digitales y un 23% quiere utilizar estas experiencias para establecer una ventaja competitiva. De hecho, IDC proyecta que en 2022, el 42% de las empresas latinoamericanas percibirán al menos el 25% de sus ingresos de productos, servicios y / o experiencias digitales. Según Alejandro Florean, vicepresidente de Consultoría y Estrategia en IDC Latinoamérica, las empresas deben alinearse mejor con las cambiantes demandas de los consumidores tanto en el mercado B2B como en el B2C. Sin embargo, muchas empresas latinoamericanas aún no dedican suficientes recursos financieros a la innovación.
“Las empresas en América Latina en su mayoría lo ven como una construcción compleja, principalmente porque no han establecido un proceso formal; las inversiones se aplican principalmente a los procesos transaccionales, el entorno empresarial y las regulaciones que no pueden aprovechar la innovación ”, comentó Florean. «Sin embargo, su capacidad para innovar rápidamente y desarrollar sus propias herramientas digitales a escala se convertirá en un requisito competitivo crítico, ya que la tecnología impulsará una digitalización de más del 40% de la economía en América Latina para el 2022», agregó.
Las operaciones de las empresas están cada vez más moldeadas por la tecnología, el ritmo de la innovación se está acelerando y el requisito estratégico de nuevas capacidades digitales es fundamental. Por tanto, las organizaciones deben enfrentar nuevos retos, algunas de las recomendaciones para hacerlo son: Crear departamentos internos de innovación y asignar los recursos financieros correspondientes. Capacitar a los empleados y buscar la mejora continua en todo.