Ha habido mucha promoción –y confusión–, acerca del metaverso.
¿Qué es?
¿Cuándo llegará?
¿Quién será el dueño?
Al ser los que han construido la infraestructura física para hacer que las experiencias digitales se hagan realidad, hemos estado investigando las tecnologías subyacentes del metaverso durante más de una década en Nokia Bell Labs.
Nuestros expertos creen que el surgimiento del metaverso no dependerá de un sólo dispositivo o pieza de hardware. Por el contrario, empezará a tomar forma –y a evolucionar–, a partir de tecnologías complementarias, como la Nube, Cómputo al Borde, Inteligencia Artificial (AI), Blockchain, IoT, Realidad Virtual (VR), Realidad Aumentada (AR) y Gemelos Digitales.
Nuestra visión en Nokia es que el metaverso evolucionará a partir de dos tendencias más amplias que son la fusión digital-física y la potenciación humana. Y que en el 2030, cada cosa que tenga sentido conectar estará conectada. Creemos que el metaverso eventualmente vendrá a tocar cada faceta de nuestras vidas laborales y sociales, a un grado tal que ninguna empresa por sí sola, podrá diseñar y construir todos los elementos que se requieren.
Nadie podrá ser dueño del metaverso. Necesitamos colaboración para construirlo y para asegurar que logre su máximo potencial. Y justo para complicar más el asunto, no habrá un solo metaverso. Habrá tres metaversos principales: Consumidor, Empresarial e Industrial.
Aunque la mayoría de la atención ha estado en videojuegos y entretenimiento dentro del Metaverso del Consumidor, es en los Metaversos Empresarial e Industrial donde reside el verdadero valor y en donde tenemos la oportunidad de crear y escalar soluciones para los grandes retos globales en energía, clima, productividad, crecimiento e inclusión.
Permítanme ilustrar las diferencias entre los metaversos con ayuda del Puente de Brooklyn. Cada vez que paso sobre este ícono de Nueva York, me maravilla el esfuerzo de ingeniería. ¿Pero cómo se llevaría a cabo el diseño, construcción y mantenimiento del puente, si estuviéramos iniciando hoy?
Ya es posible crear un gemelo digital –una representación en 3D completamente virtual–, del puente físico, hasta el último detalle. Esto permitiría graficar el ciclo de vida del puente desde su inicio y hasta 50 o 100 años en el futuro.
Se pueden pronosticar los flujos de tráfico desde el lunes por las mañanas hasta el domingo por las noches. También se puede modelar que sucedería si se reemplaza un carril de vehículos con uno de bicicletas o incluso dos o tres carriles para bicicletas. También se puede predecir que sucedería con el puente si un huracán –suceso que se presenta una vez cada siglo–, impactara a la ciudad.
El Metaverso Empresarial permitiría unir a varios participantes, donde sea que se encuentren en el mundo, para ver e interactuar con este puente virtual, para una colaboración inmersiva y co-diseño.
Grandes secciones del puente serían pre-fabricadas en otras ubicaciones, en fábricas operando de forma autónoma, impulsadas por AI, dentro del Metaverso Industrial. El Metaverso Industrial también habilitaría a las cuadrillas de trabajadores de la construcción para trabajar más rápido y más seguro, mediante robots controlados a distancia y exoesqueletos, con el beneficio de herramientas AR y VR y datos en tiempo real de las cambiantes condiciones ambientales.
En el Siglo XXI sería completado en menos de una tercera parte del tiempo y el objetivo seria lograrlo con cero fatalidades.
Una vez que el puente ha sido construido, el metaverso también ayudaría en su mantenimiento. ¿Qué pasaría si pudiéramos poner sensores en cada cable, en cada punto de estrés, para que las autoridades tuvieran datos en tiempo real del tráfico, clima, estructuras de carga y corrosión?
Permitiría detectar situaciones y corregir fallas más rápido. El mantenimiento preventivo focalizado salva vidas.
Y con mayores avances en robótica y tecnología de drones, no tendrías que poner un humano a subir sobre un lazo para arreglar una falla, eventualmente seremos capaces de hacerlo de forma remota.
Cada acción en el mundo digital tendrá un efecto en el mundo físico –y viceversa–. Es el punto de destino para los tres metaversos.
Pero para llegar a ese punto, necesitamos la tecnología y el enfoque correcto. En Nokia ya estamos colocando las bases con redes listas para el futuro que puedan cumplir con las demandas de desempeño del metaverso –y de manera más amplia de un mundo digital–, sin comprometer la seguridad o confiabilidad. Y estamos buscando construir una ventaja colaborativa trayendo múltiples participantes a un ecosistema digital en donde nosotros podemos crear más soluciones y más valor para todos los involucrados.
A medida que el mundo migró de 3G a 4G, vimos start-ups de tecnología fundadas en una cochera que se convirtieron en algunas de las empresas más valiosas del mundo. Pero a medida que nos movamos de la era 5G a la 6G, a medida que la digitalización llegue a cada industria y la fusión digital-física toque cada faceta de nuestras vidas, ninguna compañía por sí sola, podrá crear, o ser dueña de todas los elementos requeridos.
Nadie puede ser dueño del metaverso: necesitamos colaboración para construirlo.