Es muy probable que la haya oído nombrar: la nube es, desde hace años, una especie de entidad en el mundo de internet, y es que a pesar de no ser algo novedoso (novedoso, claro, para los tiempos acelerados de la tecnología) , su relevancia no deja de crecer. Pero, ¿qué es exactamente? Y, lo que es más importante, ¿qué tan segura es?
La nube es un sistema de almacenamientos remotos que permite al usuario acceder y utilizar aplicaciones y contenidos sin necesidad de tenerlos alojados en sus propios dispositivos u ordenadores. Muchas compañías de internet hacen uso de la nube para ofrecer servicios más potentes, como Amazon, que ofrece un servicio de alojamiento web en la nube, o Adobe, que ofrece un sistema de conversión de Word a PDF o PDF a Word en el que los archivos se cargan en la nube.
Su principal atractivo reside en que, se supone, los archivos subidos (almacenados) a la nube, al no depender del funcionamiento de un único dispositivo físico, estarían resguardados en casos de accidentes o imprevistos. Así, en caso de que se rompa el ordenador, se pierda el móvil o se sufra un ciberataque, los archivos estarían resguardados al almacenars en la nube.
¿Qué tan segura es la nube?
En general, la información alojada en la nube se encuentra resguardada en varios servidores, ubicados a lo largo y ancho del mundo, que cuentan, a su vez, con complejos sistemas de seguridad. Al día de hoy, la nube sigue siendo uno de los lugares más seguros para almacenar información. Lo que no significa que sea infalible.
Hay varias vulnerabilidades en la nube que la hacen falible:
El error humano: ya sea por parte del usuario que comete un error en el manejo de sus documentos en la nube, o un error por parte de los ingenieros que trabajan en el mantenimiento y desarrollo de los servidores y de los sistemas de los que se sirven, el error humano es la mas comun de las vulnerabilidades de la nube.
Ataques maliciosos: los centros de datos en donde se almacena la información de la nube contienen cantidades incalculables de información sensible y valiosa, lo que las convierte en objetivos claros para ataques maliciosos no deseados.
Caídas de los servidores: aunque es cierto que las caídas en los servidores son cada vez menos frecuentes, también lo es que son inevitables. En 2015, uno de los servidores más antiguos de Amazon estuvo caído durante algunas horas, suprimiendo a todos los usuarios de sus servicios de alojamiento web. Se calcula que tener un servidor caído le cuesta a Amazon más de mil dólares por segundo.
Queda claro que la nube no es completamente infalible, así como nada creado por el hombre lo es, pero la realidad es que hoy en día es y, probablemente, seguirá siendo en el futuro una de las soluciones más seguras a la hora de salvaguardar datos e información.