Un vehículo autónomo, también conocido como robótico, o informalmente como sin conductor o auto conducido, es un vehículo capaz de imitar las capacidades humanas de manejo y control.
Como vehículo autónomo, es capaz de percibir el medio que le rodea y navegar en consecuencia.
El fabricante de lídars Luminar instaló un experimento en un estacionamiento para demostrar la superioridad de su producto: hizo andar a dos autos paralelamente a unos 50 km/h para que al final de la pista se levante la silueta de un niño.
El vehículo equipado con su producto frena a tiempo para no arrollarlo y el otro, un Tesla, llega a empujar al muñeco de pruebas. Las condiciones del experimento no fueron validadas por una persona externa, “pero no solo queríamos mostrar unas diapositivas de Powerpoint o un buen video”, dijo a la AFP Aaron Jefferson, jefe de desarrollo de productos de Luminar.
“En condiciones perfectas de conducción, en un día soleado, las cámaras pueden hacer mucho”, reconoció. “El problema son las situaciones atípicas”, como puntos ciegos, niebla, una bolsa de plástico, la luz particular al atardecer, etc.
La mayoría de los fabricantes de sistemas de conducción autónoma ha optado por combinar cámaras con radares y/o lídars, que permiten medir la distancia con ondas de radio o láser. Tesla, sin embargo, se quedó el año pasado eliminó los radares y depende únicamente de las cámaras para su sistema de asistencia al conductor.
Según su CEO, Elon Musk, con los avances tecnológicos, un “cerebro artificial” que funciona con cámaras puede igualar las capacidades de un cerebro humano que analiza su entorno con dos ojos.
“Es una estrategia bastante razonable”, admite Kilian Weinberger, profesor de la Universidad de Cornell que ha trabajado en la detección de objetos en sistemas de conducción autónomos.
Oficialmente, Tesla ofrece por el momento solo sistemas de asistencia a la conducción, pero espera llegar a brindar un sistema de conducción completamente autónomo.
Los robot-taxis de Waymo, la filial autónoma de Google, están, por ejemplo, llenos de sensores pero solo funcionan en condiciones específicas. Los sistemas de conducción autónomos tienen cuatro funciones principales, señala Sam Abuelsamid, de Guidehouse Insights: percibir el entorno, predecir lo que sucederá, planificar lo que hará el automóvil y ejecutarlo.
“Predecir resultó ser mucho más complicado de lo que pensaban los ingenieros, especialmente con peatones y ciclistas”, dice.
“Entender, analizar lo que pasa alrededor del auto, lo que vemos y lo que no vemos, día y noche, es absolutamente clave”, insiste Jacques Aschenbroich a la AFP. “Nuestra absoluta convicción es que los lídars” son necesarios para alcanzar niveles más avanzados de autonomía, concluye.